Parecidos casi razonables

Esta clase me trajo recuerdos de mi adolescencia mas temprana y me llenó de cierta nostalgia, cierta añoranza sana de aquellos tiempos de 3º de ESO que pensábamos que el periodo que nos tocó vivir era un prado de penas, pero que visto con perspectiva nos percatamos de que "cualquier tiempo pasado fue mejor" citando a Karina.

Digo todo esto porque el trabajo que se nos mando fue clavado al que una vez me mando mi maestro Juan, al que ya he hecho referencia en este humilde rincón como potenciador de mi interés por las Bellas Artes. Lo que tuvimos que hacer fue hacer un retrato de nuestro compañero sentado a nuestro lado, que en mi caso fue mi querida Mariaje.

Como antaño, mis intentos de hacer retratos de personas siempre empiezan con cierto mal pie, entendiendo con esto que más que un retrato es una caricatura cuyo parecido con el modelo real es mera coincidencia. No obstante, con ciertas directrices de la propia modelo, tesón y por qué no decirlo, cierta frustración bien canalizada, el resultado no fue para nada tan desagradable como cabría esperar al ver el primer intento.

Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis mi obra:




¡Abrazos para todos!